---------------------------------------------------------Un hijo para Recordar
Me dedico a ti,
quiero que nos recordemos la eternidad de nuestras vidas y mas allá de ella,
sin duda alguna lo quiero cuando mas me alejo de ti,
cuando mas deseo que se termine esta sensación,
esta palabra escondida,
ese sentir que nos juzga,
que me juzga por el amor que debe reconocer,
es trasto de lucidez, la palabrería tan cierta,
no quiero que te olvides de mí,
ya me quiero ir,
quiero crear otras manifestaciones
rodear con bruma esta locuacidad,
esta claridad,
es tan intenso,
de príncipe me vestí y al reflejarme caí en retro-proyección de lo malo,
de lo frágil, de lo ungido, lo paralizado.
Es tan eterno nuestro querer,
sin desearlo nos abrazamos hasta llegar a la miel,
creamos desde ahí un nuevo ser humanizado,
el cual amará en contradicción tanto como lo hicimos los dos.
Que recuerdo mas palpable, vivible hemos creado, nunca mas nos separará,
vida tras vida, sueño tras sueño,
siempre estarás ahí para recordarme que algún día quise hasta la creación.
Estábamos recostados sobre el pastizal,
nuestras largas piernas se acariciaban enterrándose en la piel oscura de nuestra tierra, eran raíces de tu piel, eran raíces de tu creación,
eran nuestros dedos sintiéndose atraídos hacia la vida.
Vueltas y vueltas, que la luz me ciegue,
vuelva aprender a escuchar tu vos, por sobre mis pestañas saladas,
que caiga la marquesa que sostiene aquel espejo cuadriculado,
y las sombras se ahumeen con el balbuceo de tus dedos sobre tu piel escamada.
Cartas en el asunto,
el amor se nos hizo tan eterno que ya no puedo seguir a tu lado,
antes de dejarnos a solas con nuestras verdades y travesuras ancestrales,
nos hacemos ¡uno!, un par de veces más y creamos un ser de la nada misma,
para que venga a recalcar su posición de galante solitario,
que se haga humano con el tiempo,
por que él sabe que nació gusano, nació síndrome y virus, fue cartílago y liquido fluvial, se creo del honor y de la gloria de un colibrí en taquicardia.
El fue digno de nuestro amor, fue lo que fue y lo amé, ¡lo amo!,
me entregue por amor aunque lo niegue,
aunque me sacrifique por la creación de toda nuestra humildad,
sin príncipe y llenos de villanos,
que injusta es la creación para los bien amados solitarios.
Nos hicimos uno por que nos apreciábamos verdaderos,
fieles unos cuantos segundos antes de sucumbir en la ambición,
de creernos mas que la verdad,
el egoísmo vigilante, sollozante, acechó…
un par de pasos sobre nuestra divinidad,
soy ser humano y creador del amado suspiro lumínico de lamento.
Tan claro, tan claro fue,
que sabiendo que nos dividiríamos,
dividimos nuestras células para crearte a ti,
mi amada solitaria,
mi entrañable alegría de vida,
soñada transformación nocturna.
Tan ser humano era su provocación que todos la amaban,
yo caí irremediable sobre sus ojos zorzaleados,
me di como un príncipe,
diez aconteceres antes de nuestra aceptación de principio, como pareja amatoria.
Empezamos unidos y delicados,
resueltos y rechazados,
fuertes y olorosos,
claros y directos,
con el tiempo las palabras se repitieron, la memoria se reformulo varias veces,
sin provocarnos un oleaje de amanecer nos unimos en el fondo del océano,
aquella caverna calcinoza,
rodeando bellos corales,
nos amamos variadas veces,
nuestras colas se encendían lustrosas,
había glamour en la candente savia aromática de nuestras glándulas sexuales.
Al tiempo la repetición de lo hablado y aconsejado se murió de negación,
ya que el olvido tiene algo de negación.
Yo torpemente recuerdo cada historia exhalada y aceptada por tu carecer,
la llagas caracterizaban nuestra torpeza,
de antiguas lesiones acalladas,
las coreas para no repetir tal talante de cualidad.
El poder delicado de mi personaje idiota y triste,
me dice que no pronunciemos la realidad,
que el mañana se tirará acantilado abajo para concluir la creación.
Será que queremos dividir nuestros genes para eternizar nuestro impresionable encuentro aquella noche de mirador en contraluz,
sombras sobre los cerros, el amanecer del Millantuy.
Ahí nos provocamos el viento gélido de la unión tempranera,
los dedos entre tus tejidos hilados con prolijidad,
de raíces y barba de palo,
ahí en claro manoseo de la luz filtrada,
te bese brillante los ojos de la creación.
De creación recurrí a los desperdicios,
la redes de pescar sostenían todas mis guarniciones.
Un guerrero antiguo esta hincado en sus extremidades cortesanas,
pensativo en pasividad bendita deletrea el nombre de su princesa,
antes de entrar de lleno sobre los cuerpos destrizados de sus amantes detractores.
En diez tentaciones más,
hilarante caerá guerrero palpitante de lucha,
próximos a sus ideales se hará fiel a la lucha.
De muerte de vida,
de amor, de oído,
nunca de odio,
porque es guerrero.
Hoy escondido caeré sobre la tenue seda mortuoria otra vez,
de vez en vez,
la eternidad de mi gen,
se piensa imposible, invencible, inconquistable.
Si no eres tu, será la tierra quien me abrigue,
pues tu eres tierra para mi ser espacial .PachacaY!.
Del espacio vine,
al espacio vació voy y me limitaré,
pues mi humildad tiene de límite su lucha.
Quizás mi libertad es mi limite.
Quiero que sepas que no todos los remedios intelectuales son para tu sanación,
aunque sientas como tuyo ese temor,
ese matiz aterciopelado es para alguien que perdió la creación.
Perdón por haberme amado íntimamente y en silencio,
perdón por darme a conocer alegre de mi piel y suave de sentir,
perdón por haberme muerto seco de tanto dar y odiado de tanto gemir por amor.
Siento que te ama este poeta, Tierra.
.Marea!
.Divina Estadia!
